La crisis y la falta de escrúpulos se han empeñado en dejar por mentirosa a la intocable, me refiero a La Constitución.
Tener una vivienda digna es un derecho, aunque se desahucie sin miramiento a ancianos y más personas desprotegidas.
De la misma manera, todos somos iguales ante la ley, aunque Cristina pase el fin de semana esquiando en Baqueira Beret en lugar de visitar el juzgado, como lo ha hecho la mujer del socio de Iñaki Urdangarín, aparentemente por los mismos motivos.
La noticia más leída en el diario El Mundo es: “Cayo Lara ve extraño que no se impute a la Infanta Cristina.”
A Cayo Lara le parece raro, y para el resto de ciudadanos es inadmisible. Si hay algo demostrable más allá de derechos e inocencias es la infinita paciencia que hay en este país, ¿hasta cuando?